viernes, 1 de mayo de 2015

EDUCAR Y DIVERTIR AL MISMO TIEMPO

De entre todos mis juguetes de entonces, hay unos cuantos que recuerdo como muy divertidos, pero con la perspectiva del tiempo me doy cuenta de que también tenían una vertiente instructiva y didáctica (pero sin agobios :)



Mi más antiguo recuerdo es el de aquel juego de las chinchetitas de plástico de colores que podías enganchar en un tablero de plástico perforado blanco con patas. Formar dibujos combinando los colores era estupendo, pero lo duro, para nuestros deditos infantiles, era sacar las chinchetas del tablero empujando por detrás. Vamos, que si jugabas mucho, acababas haciendo callo :)




Otro juguete de la época, de los más creativos que podáis imaginar,  era el Picassin, un juego de spin-art. En el extinto Parque de Atracciones de Monjuic había una atracción consistente en una especie de turbinas donde giraba una lámina de papel brillante-satinado sin parar. Apretando unos botes de plástico con una boquilla  dosificadora que contenían pintura de colores, proyectabas la misma sobre las láminas, consiguiendo unos efectos muy psicodélicos. Me gustaba tanto, que mis padres me compraron la versión en juguete. Aún recuerdo el olor de las pinturas. El juego disponía de unos marcos de cartulina para enmarcar convenientemente tu obra. Un resultado realmente aparente!






Qué decir de  la ANATOMÍA HUMANA de Serima! Gran juego que creo que casi todos tuvimos, y que dudo mucho interesase a la mayoría de los chavales de hoy en día :) No sólo te divertías montando el esqueleto hueso a hueso y luego ensamblando los órganos (aunque había uno que no conseguí ubicar y enganchar nunca, creo), sino que además, podías chequear lo que habías aprendido en el libreto que acompañaba al juego, y que incorporaba unos plásticos transparentes de color rojo que ocultaban las respuestas... Falange, falangina y falangeta! :)
Aunque era un poco complicado (al menos en el mío)  meter todo eso en la cubierta muscular, con aquellos pivotitos que no acababan de encajar, y cerrar el muñeco. Molaba mucho el esqueleto, con su cubierta craneana que te dejaba ver aquel minúsculo cerebro de plástico (bueno, era un modelo masculino, qué le vamos a hacer) si la levantabas. Lo único es que... daba un poco de canguelo por las noches!!



Ah, el Electro-L (L de learning, lo descubrí cuando tuve que sacarme el carné de conducir :)... Qué pasada! Uno podía construir montones de circuitos, con sus interruptores, lamparitas, enchufes... Todo ello funcionaba con una pila de aquellas de petaca (las típicas pilas de aquellas entrañables linternas Júpiter). Yo incluso fuí más allá, extrayendo los motorcitos eléctricos de algunos coches viejos (que seguramente hoy valdrán una pasta pero que igualmente no hubieran sobrevivido a mi hermano pequeño con toda seguridad) y, con hélices de cartulina, fabriqué unos ventiladores bastante inútiles a la vez que absurdos (ya que tenías que levantar todo el juego para ponértelo delante de la cara si querías ventilarte :) La cosa era inventar!
Este juego me acompañó durante una buena parte de mi vida, y acabó siendo un elegante pedal para mi guitarra eléctrica (convenientemente forrado de Aeronfix efecto madera) a principios de los 80, gracias a los chispas Juanito y Pablo.

Siempre recordaré su tablero naranja perforado, y la maraña de cables por debajo :)



Este juego de Playskool también fue mío. Con él podías montar varios modelos de las típicas casitas de troncos americanas. Ignoro si hubo una edición española del juguete, pero la que se ve en la fotografía es justo la que yo tuve.
Un juego muy ecológico , totalmente hecho de maderas pintadas y barnizadas (con sólo un par de elementos de plástico para el soporte del tejado). Las cabañitas resultantes eran de lo más chulo, y podías meter dentro (un poco encogido, eso sí ) a tu Madelman de la Policía canadiense :)



Y aquí está mi preferido: el CHEMINOVA 3!
A mi primo (del que he hablado en la entrada anterior) le compraron el Quimicefa (con unas probetas de cristal alucinantes) y claro, yo no paré hasta que tuve mi propio juego de química.

El CHEMINOVA era un juguete muy ameno, a caballo entre la química y la magia. Es decir, algunos de los experimentos estaban destinados a epatar a la audiencia: Convertir 'agua' en 'vino' y viceversa (gracias al Perganmanato de Potasio) o producir olor a 'huevos podridos' (o eso decían ellos, ya que ése era un tipo de olor que nunca llegué a experimentar al natural, gracias a Dios), por ejemplo.
Tenía un juego de probetas de cristal con su soporte plástico, pinzas de madera para sostener el tubo mientras se calentaba en un hornillo de alcohol (que aún sirvió como ofrenda del 'fuego' el día de mi boda, AÑOS más tarde :) y los misteriosos PAPELES REACTIVOS ROJO y AZUL... La Fenolftaleína -qué difícil de pronunciar- y diferentes compuestos químicos a cual más peligroso con toda seguridad... Qué generación de supervivientes :) Cucharita medidora, probeta ámbar de plástico, etc. Un buen equipo para el científico aficionado, sin duda!

Mi especialidad era la fabricación de pólvora. El carbón vegetal lo obtenía a base de quemar fósforos de madera. Para todos estos peligrosos procedimientos, me protegía, muy profesionalmente, con mi bata de invierno y unos guantes de piel (incluso en pleno Agosto), incluyendo en el equipo mis gafas de buceo Nemrod... Menuda facha debía hacer, entre esto y el equipo de Agente Secreto :)

Qué buenos ratos (y que quemadas en algún  que otro mueble, todo sea dicho de paso)





Podríamos incluir en este lote el JUEGO DE MAGIA BORRÁS de la época. No era puramente didáctico, pero si muy instructivo, ya que lo primero que aprendías es que un mago se debe preparar los trucos concienzudamente antes de ejecutarlos en público, si no quiere quedar como un completo idiota :) Por suerte, nuestra audiencia habitual, o bien tenía nuestra misma edad, o se componía de padres y abuelos... Como vereis , un público tan ingenuo como nosotros o muy indulgente, respectivamente :)

Mis juegos preferidos, el de la copa verde y la bola, y el del platito que escondía la moneda en la base (me parece que acabo de reventar el truco, perdón :) Espero que la Asociación de Magos no me lo tenga en cuenta.



Y ya por último (y seguro que me dejo un montón en el tintero) EL SUPER-ROBOT de Cefa!

Menudo listillo el susodicho robot, no fallaba ni una :) Tenía un montón de láminas intercambiables de diferentes temáticas, e incluso había gente que se diseñaba sus propias láminas con temas más 'actuales' -sobre todo de fútbol-. Pero era todo un espectáculo ver girar a aquel pequeño super-robot, que acababa señalando la respuesta correcta con su varilla de metal invariablemente...

Aprender divirtiéndose, divertirse aprendiendo... (fué éste el lema de alguna de las marcas de la época?) Así eran los 70, todo era posible.

5 comentarios:

  1. Parece que los niños de ciudad tuvimos las mismas cosas... yo hice lo posible por recuperar mis juguetes o comprar las versiones de los 90 para mis hijas.

    "El cuerpo humano" de los 90 no tenía los pivotitos tan pequeños y era más manejable, casi tan grande como la figura desmontable que teníamos en el cole, en el laboratorio de ciencias... si lo hubiera pillado de niñaaaa...

    Besos :-)))

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  2. Bueno, supongo que en los pueblos era diferente, básicamente porque en las ciudades teníamos más oportunidades de acceder a ciertos juguetes, aunque sólo fuera porque había más tiendas :)

    Yo no conservo ninguno de mis juguetes. En cuanto mi hermano tuvo edad de desplazarse por su cuenta y descubrió mi 'arsenal' (bajo la cama), empezó a destrozar sistemáticamente todo lo que había conservado durante tantos años mientras yo estaba en el cole... En fin, qué le vamos a hacer!

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  3. Es lo malo de tener hermanos pequeños... y destrozones.

    Pero claro, si eres el mayor ENCIMA tienes que comprenderlos... osú osú... ja ja ja.

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  4. Yo no le comprendía...Le ODIABA por ello, directamente :))) Pobrete!

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  5. Te sugiero (cuando termines con los juguetes) una entrada al blog titulada:
    "Hermanos pequeños, aguantarlos o matarlos directamente."

    Bueeeeeno, es broooomaaaa... (o no).


    :-p

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